Seguro que paseando por cualquier paseo marítimo, entre los carteles de los centros de belleza te habrás encontrado con mensajes como «Expertos en manicura rusa», «Auténtica manicura de Brasil» o «Sólo aquí la manicura italiana». Si te encuentras un poco perdida con tantas nacionalidades, Amaya Domínguez, nuestra directora técnica, te explica las principales diferencias entre estas opciones.
Manicura francesa
Sin duda, se trata del tipo de manicura más conocido y popular, y uno de los más elegidos entre nuestras clientas. Y es que su sencillez y elegancia hacen que resulte una opción de maquillaje muy versátil, idóneo para cualquier ocasión e incluso en el día a día.
También es una de las manicuras que más tiempo lleva entre nosotros. Aunque existen diversas teorías sobre su origen, muchos lo sitúan en la década de los años 30, como invención de Max Factor (por lo que no procedería de Francia), mientras que otros afirman que ya se empleaba a finales del siglo XIX. Realmente alcanzó su auge en los 70, a través de la industria del cine de Hollywood, por lo que –irónicamente– en muchos salones de Francia se conoce como manicura americana.
Se caracteriza por una base de color rosa para el lecho de la uña, con las puntas siempre blancas y perfectamente delineadas. Existen variaciones, como la manicura francesa en V, en la que se maquilla el lecho en ángulo en lugar de en redondo; o la francesa invertida, que simula el que hubiera crecido la uña, llevas un tono rosáceo al principio y luego maquillas siguiendo la línea de la cutícula, pero dejando medio centímetro de separación con la base.
Manicura americana
Se trata de una variante de la manicura francesa en la que se busca mayor naturalidad. Así, la punta de las uñas se pinta de un tono de beis en lugar de blanco, y el lecho puede ser incluso un esmalte ‘nude’ (transparente). Además, el orden a la hora de aplicar las capas es el contrario: el esmalte neutro se emplea al final para que el borde no quede tan definido.
Manicura italiana
Es otra versión más de la francesa, pero mucho más moderna. Si nos decantamos por este estilo, en vez de maquillar el borde entero de la uña de un lado a otro, maquillamos solo uno de los lados, como un efecto sesgado.
Manicura rusa
El caso de esta técnica es especial, ya que únicamente se refiere al método empleado para tratar la zona de la cutícula. Y es que, en lugar de emplear una herramienta manual para empujarlas, la manicura rusa consiste en el empleo de un torno eléctrico.
Distintas formas de fresas se emplean para cada sección de la uña, pero el objetivo es limpiar la región entre la piel y la uña para que el esmalte quede lo más pegado a aquella.
Se trata de una técnica que requiere de mucha precisión, y se conoce con ese nombre porque es la moda más extendida en ese país, donde son habituales las uñas muy largas, cuadradas y recargadas con decoración. Además, también triunfan los stilletos con punta cuadrada tipo Ballerina. Eso si, siempre largas y recargadas de Nail Art con Strass y relieves.
Manicura brasileña
Es una práctica muy particular de manicura que tiene el objetivo de prolongar la duración de la decoración, y que no se vea alterada con el crecimiento de la uña.
Así, el esmalte se aplica tanto en la uña como en la piel de alrededor, para que cubra la parte interior de la cutícula. Posteriormente se retira el exceso.
Hay que tener en cuenta que es habitual que se corte la cutícula al aplicar este tratamiento, lo cual suele ser perjudicial para la salud de las uñas, ya que se trata de una barrera natural frente a cualquier agente externo.
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